«el compromiso al servicio de la vida obliga a todos y cada uno. Es una responsabilidad propiamente “eclesial” que exige la acción concertada y generosa de todos los miembros y de todas las estructuras de la comunidad cristiana». (JUAN PABLO II, Carta enc. Evangelium vitae, 79)

miércoles, 8 de agosto de 2012

Un fontanero queda atrapado por 2 tuberías en una zanja y está a punto de morir ahogado

José Manuel Quinto, de 46 años, trabajaba ayer en la instalación del sistema hídrico cuando se produjo una avería que desplazó los tubos y le aprisionaron una mano.

Diego Fotografo
E. D. G. Un dicho asegura que la "muerte siempre esta presente" en la vida de toda persona. La expresión popular se confirmó ayer en la ciudad de Elche cuando un fontanero de 46 años de edad estuvo a punto de morir ahogado en la zanja donde trabajaba instalando tubos de la red municipal de agua potable.

Todo ocurrió de repente, aproximadamente a las 9 horas de la mañana. José Manuel Quinto Parres se encontraba dentro de una zanja abierta, de nos 10 metros de longitud, en la calle Francisco Pérez Campillo, en las obras de urbanización del barrio de San Antón previas para la construcción de las nuevas viviendas del IVVSA, junto con otros compañeros, realizando su trabajo habitual como empleado de la empresa Fonsán de instalaciones de fontanería general, subcontratada por la empresa mixta Aigües d'Elx.


En esos instantes, José Quinto procedía a la unión entre los tubos de 200 milímetros de grosor mediante tornillos y, como es normal, con la llave de paso de agua cerrada. Fue entonces cuando, por motivos que todavía se desconocen, comenzó a salir agua como si de un tsunami se tratara y con tal presión que provocó un movimiento de las tuberías de hierro fundido atrapando la mano izquierda del trabajador y arrojándole al fondo de agujero, donde quedó inmovilizado y sin posibilidad de escape.

Fueron sus propios compañeros los que intentaron en un primer momento rescatarlo entre momentos de gran tensión. La zanja la zanja se colmataba de agua a toda prisa y hacía peligrar la vida de obrero por ahogamiento. A los pocos minutos según relata el propio trabajador horas después y tras ser atendido en un centro sanitario, "el agua me llegaba ya a la barbilla y no podía hacer nada", subrayó desde la habitación del Hospital Imed de Elche donde se recuperaba en la tarde de ayer de las heridas y contusiones sufridas y después de pasar por quirófano.
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