La difícil tarea de atajar la siniestralidad laboral en el campo
Trabajar en el campo conlleva a menudo un riesgo añadido al de cualquier otra profesión o gremio laboral y ahí es donde es preciso insistir, fundamentalmente en el ámbito de la prevención. Sobre todo, en época de crisis no se deben descuidar aspectos de seguridad o mantenimiento en el trabajo, porque supone un factor añadido de peligrosidad. Cada parte debe abrir los ojos, no encerrarse en listas o cifras, y colaborar para que las campañas informativas y todas las iniciativas que se organizan calen lo máximo posible. Tanto trabajadores, como sindicatos y administraciones tienen su parte de responsabilidad en un asunto tan fundamental como es garantizar un trabajo sin riesgos añadidos. (diariojaen.es 24/06/2010)
Una persona salió ayer a trabajar al campo como un día cualquiera, pero ya no volvió con vida. Cuando todavía se investigan las circunstancias de la muerte de un vecino de Villargordo en un olivar del término municipal de Torrequebradilla, atropellado por su propio tractor, desde organizaciones sindicales como UGT se recuerda que se trata de la sexta víctima mortal que se suma a la negra lista de la siniestralidad laboral en la provincia de Jaén, siempre según datos propios.
Otra cuestión es lo que se considere desde la Delegación de Empleo, que por ahora se reserva incluir el fatal suceso en la citada lista, hasta conocer todos los detalles de la investigación en curso. Al margen de disquisiciones formales, es evidente que no se trata simplemente de números, sino de un problema, y muy grave, que va más allá de los cómputos que se hacen en los despachos. La Federación Agroalimentaria del citado sindicato señala que Jaén es la única provincia andaluza en la que ha aumentado la siniestralidad entre los meses de enero y mayo, casi un cinco por ciento, mientras que en el resto de la comunidad ha experimentado un descenso. (diariojaen.es 24/06/2010)
La precariedad y la flexibilidad del trabajo suponen poner en juego la vida y la salud
"Nadie puede mantenerse impasible ante tanta desgracia injusta, y la mayoría de las veces, evitable. Creemos que mientras el trabajo humano esté sometido a la única lógica del máximo beneficio, mientras la productividad y la competitividad se logren a costa de degradar las condiciones laborales, los trabajadores y trabajadoras seguiremos pagando con nuestras vidas y salud la irracionalidad de este sistema de producción que padecemos. (…)
Además, la crisis económica actual y las medidas que se pongan en marcha para afrontarla no pueden servir para degradar más las condiciones de vida y trabajo del mundo obrero. La precariedad y la flexibilidad del trabajo suponen poner en juego la vida y la salud de quien lo realiza y el futuro de sus familias. La lucha contra la crisis no puede justificar un empleo a cualquier precio, porque la vida de un solo trabajador vale más que todo el oro del mundo." (Hermandad Obrera de Acción Católica y Secretariado de Pastoral del Trabajo. Diócesis de Jaén, Marzo de 2010)
“…el trabajo está en función del hombre y no el hombre en función del trabajo (…) se mide sobre todo con el metro de la dignidad del sujeto mismo del trabajo, o sea, de la persona, del hombre que lo realiza. (…) De hecho, en fin de cuentas, la finalidad del trabajo, de cualquier trabajo realizado por el hombre (…) es siempre el hombre mismo“ (Laborem Exercens, 6)
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